
Los árboles, que un rato antes se peinaban alegremente mirándose en el arroyo, ahora rielan en él rodeados de un entorno siniestro.
Las nubes, allá en el reino de los pájaros, apuran su paso.
En un arranque de melancolía influido por el triste entorno, traigo a mis muertos de nuevo a la vida de la única forma que sé traerlos; recordándolos.
Por unos momentos ellos están conmigo, acompañándome, venciendo el tiempo y la distancia.
Los traigo a pasear por el mundo, conciente de que algún día yo seré uno de ellos y de que y de que también me gustaría regresar.
Finalmente, con tristeza, los dejo ir, sabiendo que no los puedo retener, que ya no me pertenecen.
¿Por qué el amor nunca derrota a la muerte?
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LUIS RODRÍGUEZ.
Eso mismo me pregunto yo. Tal vez para que, en una creencia equivocada, amemos más aún. Feliz noche.
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Gracias por leer.
Igualmente para ti.
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La muerte y el amor. Tocas en una misma frase dos trascendencias absolutas, creo que ambas son poderosas manifestaciones complementarias de la divinidad. Un abrazo.
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Muchas gracias por leer y comentar.
Un abrazo.
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Yo creo que hasta en la muerte hay amor..un saludo
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En presencia o en recuerdo, el amor permanece.
La muerte y la ausencia no lo matan.
Un abrazo.
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Quizá el amor no derrote a la muerte
pero la muerte tampoco derrota al amor,
pues nuestros muertos están ahí,
en nuestro corazón,
inundando nuestros recuerdos,
muy vivos mientras nosotros lo estemos.
Un abrazo
Estrella
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Mientras alguien nos recuerde, de alguna manera seguimos aquí.
Un abrazo.
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Nostalgico y con un mensaje muy cierto, por más que nos parezca demoledor.
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Lo que nos quedan son los recuerdos. Porqué no traerlos un rato a que nos hagan compañía.
Un abrazo.
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Great poëm full of melancholie
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Cierto. La melancolía reina en el poema.
Muchas gracias por contestar.
Un abrazo.
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