Despertó en la madrugada con hambre y frío.
Había estado soñando en otros tiempos, cuando tenía una familia, hijos que lo querían y un hogar caliente y cómodo.
De cuando se sentía amado por todos, y no le faltaba cariño ni un plato de comida.
Pero ahora la cruda realidad era otra. Estaba solo.
No sabía bien por qué, pero las condiciones habían cambiado drásticamente.
Estaba sucio y con varias lastimaduras en el cuerpo que le ardían.
Dormía en un basural, o donde lo atrapara la noche.
Se sentía muy solo.
Sintió venir a alguien y se acercó, tratando de mostrar una alegría que estaba lejos de sentir. De repente a alguien le daba lástima verlo en esas condiciones…
Pero de inmediato lo corrieron como si se tratara de una plaga.
Volvió triste al basural, con más hambre y más abatimiento.
Se arrolló e intentó dormir de nuevo. De repente volvía a soñar con su pasado tan agradable que nunca volvería.
Aquél pobre perro meneó la cola cuando una leve, perdida esperanza, se cruzó por su mente.
Lo habían abandonado para siempre. Pero moriría sin saberlo.
LUIS NELSON RODRÍGUEZ.
,
Es algo triste, pero sucede. A veces no me explico como esa alteridad nos hace sentirnos vivos…
Me gustaMe gusta
Somos individualistas.
Damos vuelta la cara a los sufrimientos de los demás.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Conmovedor.
Una amante de los canes.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias.
Es lo que siento.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Un triste relato, deprimente, porque resaltas la injusticia contra el desprotegido, el dsapego tan humano y la falta de misericorida.
No sé si la ignorancia del perro sobre su próxima mortandad sea una bendición o una maldición para su pena.
Excelente texto, Luis. Vaya un grande y fuerte abrazo desde este final de verano a tu próximo inicio de primavera.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy generoso de tu parte.
Creo que ignorar es mejor.
Por lo menos crea una chispa de esperanza.
Abrígate que yo me desabrigo.
Un gran abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bonito texto aunque refleja una triste realidad, cuántos perros abandonados y como siguen sintiendo apego a sus dueños. Un cordial saludo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es una realidad que se oculta para acallar conciencias.
Un gran abrazo.
Me gustaMe gusta
Triste realidad que obviamos, es más cómodo.
Acompaña como bien dices al final, sorprendiendo por el final, que todos por etiquetado pensamos es un hombre, Perro, ser vivo detalle que a veces olvidamos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hay muchos seres que sufren, no solo nosotros.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Que triste y desgraciadamente, con frecuencia cierto.
Muy bonito el relato.
Me gustaLe gusta a 1 persona