
Muchas palabras han salido de tu máquina, pero no notas progreso en tu escritura.
Y eso que te has preocupado en leer todo lo que pudistéis sobre literatura y diferentes consejos de cómo escribir.
Esto puede suceder por varios motivos:
Eres consciente de tus puntos débiles y no sabes qué hacer para remediarlos. O peor:
Que no notes tus fallos o puntos flojos y por ese motivo, al no notarlos, no puedes solucionarlos.
Para remediar esto se pueden intentar dos cosas:
Conseguir a alguien que entienda algo de literatura (o por lo menos un lector frecuente) y pedirle un consejo franco, aclarándole que te marque lo que le pareció mal, pero prometiéndole que no te enojarás y que te está haciendo un favor.
Eso se llama lector cero.
No sirven los amigos que complacientemente te dicen:
«Está todo muy lindo».
Otra cosa mejor sería concurrir a un taller de literatura (la mayoría son solo una vez por semana) y muchos resultan baratos, incluso gratis, en los centros culturales.
Claro que reconozco que no todos tienen tiempo para eso.
Elige el caso que más se adapte a tus posibilidades, pero ten siempre en cuenta que en este oficio siempre se está aprendiendo.
Gracias por leer.
LUIS RODRÍGUEZ
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Muchas gracias.
Saludos.
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Muy buen consejo. Yo tuve un tiempo un lector cero, pero se tuvo que ir a trabajar fuera. He pensado varias veces ir a un taller de escritura, lo prefiero presencial a intentar online, pero desde hace unos años cuido a mi esposo enfermo y no tengo tiempo, pero es una asignatura pendiente que espero poder hacer. Muchas gracias por compartir estas pastillas. Buen domingo
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Los lectores cero ayudan mucho, yo tengo ahora tres a los que voy enviando semanalmente dos capítulos de la novela que estoy escribiendo. No solo me ayudan a mejorar, sino que me muestran cosas de la historia que yo ni siquiera había contemplado. Por ejemplo, el otro día, una de ellas me dijo que le parecía muy interesante un personaje que había aparecido en uno de los capítulos y que estaba segura de que iba a dar mucho juego, la verdad es que, en el borrador inicial, ese personaje ¡no volvía a aparecer en toda la novela! Yo no le había dado la importancia que quizá merecía, así que ahora me estoy planteando dársela. También hice un taller online gratuito y me ayudó mucho al principio para recoger las opiniones de la profesora y los compañeros y mejorar, aunque sin duda, lo que más me ayudó fue pagar a una profesional por una corrección de estilo, ahí aprendí muchos errores que no había detectado en mi escritura. Feliz domingo.
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Yo tuve muchos años de talleres, pero cometo el error de apurarme a publicar y a veces se me escapan algunas cosas.
Los que me hacen ver los errores son los traductores, algunos especialistas en idiomas.
Nadie es perfecto.
Gracias.
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Me gusta mucho esta pastilla-consejo.
Gracias
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Me alegro.
Muchas gracias.
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