
Pero nunca hablamos de la poco conocida (para los nuevos) «regla de tres».
Repetir dos veces la misma palabra muy cerca una de la otra, da sensación de descuido.
Lo mismo que una aburrida descripción corta o demasiado larga.
Cuatro veces es mucho.
Sin embargo tres es la cifra «mágica».
Demos dos ejemplos famosos:
Se lee en el Quijote:
«Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, ERA DE COMPLEXIÓN RECIA, SECO EN CARNES, ENJUTO EL ROSTRO.
De Horacio Quiroga:
«La luna de miel fue un largo escalofrío.
RUBIA, ANGELICAL Y TÍMIDA…
Como podrán
notar, deja la sesación de que no sobra ni falta nada.
Claro que líneas adelante se pueden ir agregando detalles.
Regla poco conocida, ¿no?
Muchas gracias.
……………………..
LUIS RODRÍGUEZ
Muy buena regla, da libertad y sin embargo pone el límite adecuado, gracias Luis, un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Otro para ti.
Muchas gracias por leer.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Wow, muy útil, gracias!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias.
Es un gusto.
Si buscas hay muchos.
Y un libro de pronta ampliación.
Me gustaMe gusta