Pero solamente se trata de despistar al lector, llevándolo a sospechar de un inocente.
«Manuel, un expresidiario, miraba hacia atrás reiteradamente en la oscura noche.
Su aspecto fiero no presagiaba nada bueno.
Pero sin embargo más adelante nos enteramos de que el pobre Manuel solo buscaba una farmacia para comprar un remedio para su hijo.
Y sirve para todo tipo de cuentos o novelas.
Se puede hacer ver culpable de infidelidad a alguien, para después descubrir que era inocente.
Eso da sorpresa y corta la rutina y el aburrimiento, que puede cansar al lector.
En cambio las «vueltas de tuerca» dan atractivo y sorpresa, cosas que agradan al que lee.
Muchas gracias
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LUIS RODRÍGUEZ
literatoluisrodriguez 
Gracias Luis, por tu consejo, feliz fin de semana, un abrazo
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Es un gusto.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
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