
Desde siempre la fantasía humana a poblado la Tierra de seres que nunca existieron.
Nosotros, tarde o temprano desaparecemos, pero los dejamos a ellos, que seguirán existiendo cuando ya nadie nos recuerde.
Son nuestros personajes, o si lo prefieren, nuestros hijos.
Seres con pasiones y sentimientos, que viven en el papel. Pero muchas veces alguien los «adopta» y existen en su mente.
¿Hay algo más parecido a la inmortalidad?
«…estas ansias me dicen
que llevo algo
divino aquí adentro…»
Y si lo sentimos así, vamos por buen camino.
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LUIS RODRÍGUEZ.